Columna: La universidad en el territorio

Vicerrector Carlos Lara

Hace sólo unos meses fuimos testigos de una noticia de gran significancia e inmensa proyección: gracias a un operativo de ayuda sanitaria de cuatro días que realizó un equipo de médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, la lista de espera por consultas y cirugías dermatológicas que registraba el Hospital Hanga Roa de Rapa Nui quedó en cero.

En la misma semana en que esta información se conoció, un estudio de opinión pública reveló que las listas de espera en la salud pública ocupan el segundo lugar entre las preocupaciones de los chilenos, sólo superadas por los temas de seguridad.

Un simple cruce entre estas dos noticias entrega un ejemplo paradigmático de cómo una universidad pública puede dar respuesta efectiva a una demanda de autoridades, instituciones y de la ciudadanía misma de salir del claustro académico y estar en el territorio, para ayudar en la implementación de soluciones a las problemáticas más urgentes de las personas.

Porque esta iniciativa desarrollada por la UV no es un hecho aislado, no es una acción que se realiza fuera de una estrategia y de la que no queda nada después de ejecutada.

Veamos, por ejemplo, lo que ocurre en nuestra región con las cuatro universidades tradicionales agrupadas en el Consejo de Rectores de Valparaíso. Estas instituciones tuvieron un papel decisivo en el combate de la pandemia de covid-19 y llevan décadas colaborando en la prevención del VIH, establecieron una mesa de trabajo para avanzar en la reactivación económica de la zona, lideran la elaboración de la nueva política de ciencias regional, recuperan edificios emblemáticos (como la antigua fábrica Hucke, la ex Bolsa de Valores o la Casa Italia), divulgan las artes y la cultura (poniendo a disposición de la comunidad una serie de actividades artístico-culturales, en ocasiones sin ningún costo) y realizando innovación con aplicaciones prácticas en los territorios de esta vasta Región. Y particularmente hoy, nos encontramos abocados a desarrollar iniciativas de colaboración con la reciente tragedia que ha azotado a nuestra región, como lo hemos hecho siempre que ocurren estas desgracias.

Capítulo aparte merecen las dieciocho universidades públicas repartidas a lo largo de todo el territorio nacional. La ley 21.904 sobre universidades estatales de 2018 estableció que “como rasgo propio y distintivo de su misión, dichas instituciones deben contribuir a satisfacer las necesidades e intereses generales de la sociedad, colaborando, como parte integrante del Estado”. Las casas de estudios públicas recibieron una nueva misión sin obtener los recursos necesarios para llevarla a cabo, mas eso no ha sido impedimento para que se hayan lanzado entusiastamente a su cumplimiento.

En alianza con el gobierno central, las universidades públicas se han involucrado en el Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, han desarrollado planes para mejorar la convivencia escolar y prevenir la deserción escolar junto al Ministerio de Educación, por nombrar sólo algunas iniciativas. Individualmente, en el norte, en el centro y en el sur del país ponen día a día todas sus capacidades al servicio de las necesidades locales en ámbitos como la agricultura, el patrimonio, el desarrollo económico, la salud pública, la minería o el cuidado del medio ambiente.

En la Universidad de Valparaíso entendemos la vinculación con el medio no como una función anexa a aquellas consideradas tradicionalmente como centrales en una casa de estudios superiores, sino que entendemos que es parte fundamental de nuestro quehacer, puesto que dota de sentido a todo lo que hacemos a diario, nos permite intervenir decisivamente en nuestro entorno y, además, nos permite entregar a nuestros estudiantes esa formación integral que proclamamos como una de nuestras principales fortalezas.

Desde hace décadas la UV ha logrado un impacto en las vidas de las comunidades en las que estamos insertos. La Clínica Jurídica, el programa Gerópolis, la Clínica Odontopediátrica, el Observatorio de Políticas Públicas y Desarrollo Regional, la Clínica de Reproducción Humana y la Unidad de Medio Ambiente y Sostenibilidad son sólo algunos ejemplos de lo mucho que hacemos en este ámbito. Pero en los últimos meses hemos decidido dar un paso más adelante, acercándonos a comunidades a las que se hace más complicado llegar por su lejanía del Gran Valparaíso y donde la posibilidad de consultar a un especialista -y no exclusivamente del área de la salud-, en el fondo, a un profesional, es tendiente a cero. Para abordar estos desafíos, hemos desarrollado la iniciativa Territorio UV, una acción de despliegue de servicios a la comunidad que nos permite llevar asistencia judicial, atenciones de salud, charlas e información de diferentes ámbitos que repercuten directamente en la vida de la población. Comenzamos en San Felipe, luego estuvimos en Petorca y próximamente visitaremos San Antonio y otras provincias de nuestra región.

El clamor general de que salgamos del aula y atendamos a los requerimientos concretos de la ciudadanía tiene respuesta: la universidad ya está en el territorio.


Carlos Lara A.

Doctor arquitecto

Vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad de Valparaíso

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